Life & Arts

Una dulce tentación

El mes de noviembre es sumamente importante para la cultura mexicana, ya que en este mes se celebra el día de los muertos. Esta ceremonia se lleva a cabo el día 2 de noviembre y consiste en que las personas recordemos a nuestros seres queridos que han fallecido de una forma muy peculiar, ya que no se recuerdan con tristeza. A los difuntos se les prepara su comida favorita y sus tumbas son decoradas con sus pertenencias.

Los componentes principales para la celebración del día muertos son el pan de muerto y las tradicionales calaveritas de azúcar. Aleyda Aguirre Rodríguez autora del artículo, Día de Muertos, ¿prehispánico o mestizo? de La Jornada, explica que “las diversas culturas prehispánicas,…tenían a la calavera como objeto de uso común,…[colocaban] su imagen en los muros, en los templos, en las pirámides, en los relieves, joyas, máscaras”.

Según el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes de México (CONACULTA), para los mesoamericanos, la muerte era solamente “la conclusión de una etapa de vida que extendía a otro nivel”.  No era extraño que estos indígenas tuvieran restos humanos, en su mayoría cráneos, que simbolizaban triunfos y eran mostrados en rituales para representar el término de un ciclo.

Con la llegada de los españoles a las Américas, estas tradiciones tomaron un rumbo diferente, ya que los españoles no aprobaban de los rituales mesoamericanos. Al igual que el pan de muerto, los españoles sustituyeron estos rituales con otros que no implicarán sacrificios ni colecciones de restos humanos. Es así como nace la idea de crear calaveras de azúcar. CONACULTA explica que los “dulces cráneos son producto de una técnica traída por los españoles: el alfeñique, especie de caramelo o confitura con base en azúcar pura de caña”, que puede ser moldeada a cualquier figura, en este caso el cráneo. 

Hoy en día las calaveras son hechas de chocolate, azúcar, y amaranto. Son decoradas con azúcar glass con colores fuertes y vivos que nos recuerdan al ser fallecido. También son decoradas con semillas y artefactos que le dan a las calaveras un toque muy artesanal. El nombre del ser fallecido usualmente es puesto en la frente de la calavera.

Las calaveras de azúcar son piezas claves que nos ayudan a recordar a nuestros muertos sino para burlarse un poco de lo inevitable que el la muerte.

(Evelyn Camero puede ser contactada en evelyn_camero@dusty.tamiu.edu)